Aunque las harinas de trigo, cebada y centeno son de las más populares, existe una parte de la población cuyo organismo no las recibe del todo bien. Para todas aquellas personas que son alérgicas o intolerantes al gluten existen algunas opciones que pueden usar como alternativa para no tener que olvidarse de poder hornear panes, pancakes y hasta pizza en casa.
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También se vale probar y experimentar con este otro tipo de harinas aunque no seas precisamente intolerante a las tradicionales. Su textura y consistencia es muy similar a ellas, pero en casi todos los casos aportan muchos más nutrientes. Su sabor va a sorprenderte y podrías incluso preferirlas por encima de las demás. ¿Ya las has probado?
Harina de almendra
Su elaboración es a base de almendras blanqueadas y peladas que luego se muelen para tener un polvo muy fino.Es una fuente sólida de calcio y magnesio. Una sola taza de harina de almendras proporciona más del 100% de vitamina E que necesitas a diario. Además ayuda a la salud del corazón, controla los niveles de azúcar en la sangre y disminuye la formación de cáncer. Puedes usarla para “empanizar” pollo o pescado y es perfecta para hornear panes, pasteles y galletas.
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Harina de quinoa
Esta harina contiene proteínas, aminoácidos esenciales, Omega 3 e hidratos de carbono. La quinoa tiene un efecto saciante por su alto contenido en fibra, así que evita que comamos de más y regula la actividad metabólica, por lo que es probable que al consumirla pierdas peso. Es perfecta para preparar pan, pasteles, pancakes, pasta y para espesar sopas.
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Harina de plátano verde
El plátano verde pertenece a la misma familia del plátano amarillo que todos conocemos. Su sabor es amargo cuando está crudo pero dulce a la hora de ser cocinado. La harina hecha con este fruto tiene propiedades que ayudan a la disminución de peso, problemas de estreñimiento y mejoran tu metabolismo general. Debido a que es más densa que la harina común y no contiene granos, es posible que necesites agregar media cucharadita de bicarbonato de sodio para que los pasteles se levanten. Amarás los pancakes hechos con ella.
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Harina de garbanzo
La harina de garbanzo es muy popular en países orientales como la India o Pakistán. Contiene una gran cantidad de proteínas vegetales, fibra, hidratos de carbono y hierro, lo que la vuelve una excelente alternativa natural para una mejor digestión y regulador del organismo. Tú mismo puedes hacerla en casa con garbanzos secos y un molinillo de café. Puede utilizarla para hacer panes, empanadas, empanizados y hasta tortillas.
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Harina de espelta
La espelta es una variedad del trigo con una gran antigüedad. En este caso, al ser solo una variación, contiene un poco de gluten pero menos carbohidratos difíciles de digerir los cuáles son llamados fructanos. Es una buena opción para los que evitan el gluten, no para los alérgicos. Su consistencia es mucho más pastosa y con un ligero sabor parecido a la nuez, es ideal para preparar una pizza, pan, galletas o pasta.
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Esta nota Estas son algunas alternativas de harinas para los intolerantes al gluten se publicó originalmente en The Happening.
Alejandra Pérez
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